jueves, 24 de mayo de 2018

Santa ninfómana

Me entrega todo y no me da nada
me dice: acá está mi cuerpo,
acá está mi cuerpo y mis cascadas

Y como y bebo y vuelvo a su miel
enfermo del éxtasis de su piel
de su divina piel y su boca pecadora
y no me da nada y la como toda

Me entrega todo y no me da nada
me dice: acá está mi cuerpo,
acá está mi aliento, esencia consagrada

Me da su sangre, a chorros cada tanto
comed y bebed porque su cuerpo es santo
tomad y bebed todos de ella sola
y no nos da nada y la como toda

Comed y bebed porque lo entrega todo.
acá está mi cuerpo dice,
acá está mi sangre y como

Ninguno de nosotros se ha de saciar
bastardos que siempre querremos más
anhelamos los besos de su boca disparada
porque nos entrega todo y no nos pide nada

Me entrega todo y no me da nada,
me dice: acá está mi cuerpo,
come, que mañana no habrá nada




jueves, 18 de mayo de 2017

No vengaré nunca a nadie

Siempre fui muy cobarde, desde que tengo recuerdo,
 dejé que el resto lo hiciera,

 me dediqué a gastar tiempo, a escribir mierda, a leer fuera.
 El miedo no se ha ido, se agudiza, perfora y los años 
suman.

 Las acciones se macabran, se perturba lo normal, no queda fuera la rabia que nace del miedo, el odio del débil.

El grunge ya no es moda, las penas tampoco. Y me cuestiono sobre el miedo a lo que se anhela, a la muerte de la conciencia, 

al olvido de nadie,
                              al ser nada siendo aire.

Puta vida del cobarde, -con su furia- con su punk.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Me preguntó que era lo más lindo que encontraba en ella.
Pensé en sus labios, su sonrisa, sus ojos, sus cabellos
No le respondí, y me quedé con su duda.
Que sin duda, era lo más bello.

Nunca fuimos espontáneos,
ni fuimos muy simplones al preguntarnos,
es por eso que corrimos por las noches
pensando en cada paso, un año y medio, antes de darlo.

Le pregunté por qué reía, por qué bailaba y me miraba,
se puso seria como santa herejía,
me tomó de mis perversiones y me hundió en su agonía

Desenraizamos nuestras culpas entonces,
 dejamos que tome su lugar lo que carcome,
nos vimos en la verdad y nos preguntamos,
¿hasta dónde llegaremos sin matarnos?

martes, 14 de abril de 2015

Educasión.

Silencio por favor, silencio, silencio , silencio ad infinitum.
La clase va a comenzar.
Tome asiento por favor, póngase derecho, deje de comer, deje a su compañero, no tire papeles. Muestre modales jovencito. Guarde el celular o se lo quito, guarde eso, aquello, guarde su energía, su infancia, sus ganas de jugar y las que tenga de ser un niño normal.

La clase va a comenzar.

El profesor recapitula sus años de estudio en las guías del Simce, esgrime la tiza isofit de origen chino, crea el enunciado grafitiado en el muro blanco de los saberes -objetivo esclarecido-, -objetivo cumplido-.
La verdad se otorgó tras decenas de reformas, la ley tanto, el ministro tanto, el decreto tantito.
Todo eso ahora importa lo que importa saber quién fue don nadie. Porque ahora él es verdad.
No hay error, no hay crítica posible, toda duda es descartada el profesor es quién estudió, el profesor es el profesor.

Silencio por favor.

Alguna vez escuchó igualdad, definió sin Rae quién era don equidad. Alguna vez marchó y como loco gritó.
Bonitos días pero equivocados. Porque el decreto, la ley, el ministro; todos los tantitos, eran la verdad. Ahora ve con claridad.
Recordó los -el profe no cacha una-, -¿cómo quiere que estudiemos tanto?-, -profe porfa, baje la escala-.

Sintió entonces ser ternero ahora siendo vaca. Oía los cantos fúnebres de las pruebas pasadas, las décimas muertas hundiéndose a la vera del islote -glorioso y esquivo cuatro.
Notas, pautas, escalas, promedios y más promedios. Tinta roja en sus manos mostraban de forma fehaciente e inequívoca, los crímenes e injusticias que ahora apelaban a un juicio por educacidio.
Todos estos lexemas concientizados desde sus inicios luchaban ahora contra su verdad.
El escudo era grueso, la utepé y el gobierno se apuntalaban a su espalda para evitar su derrumbe.

¡Silencio por favor!

Murmullos se escuchan hacia los niños: La planificación es mi biblia, mi guía y mi pastor, nada me faltará. Es mi guía y mi pastor, la planificación, nada me faltará.

Multiplicidad de factores ahondaban en el aire, les decían a las semillas que algo no andaba bien, que la educación no era gramatical, que la evaluación no era finalidad y que el futuro no existía en la celda aular.
Mil alumnos se levantaron, con mil dagas hechas de reclamos y la esperanza, agónica y apedreada madre, finalmente despertaba de su coma capital.

¡Silencio por favor! Que no puedo no pensar, que no puedo ser verdad.

Nadie oyó el disparo en la cien del profesor, el suicidio tronador.
Dándose la vuelta lo único que vio fueron almas no-cuantitativas y un futuro soñador.

Efectivo el profesor: Guarden su Simce, hay actividad para hoy.

domingo, 5 de abril de 2015

Reflejo turbio

                                                           
                                                                                                                         "Tu campo de flores bordados es la copia feliz del edén"


     Charcos de agua estancada es la infancia feliz de los pobres. Con gusanos bailarines y mocos majestuosos. Se cambian de lugar, van de la roja y despellejada nariz, a la manga sucia del chaleco. El que se trae una semana puesto.


   El charco imita sus caras, simula sus ojos, duplica sus almas, Narciso se lamenta  y los niños son aún más morenos. Entonces llueven piedras. Un llanto pare risas solapadas. La madre grita y tironea. El juego deberá continuar mañana.



   Es hora de comer. La mezcla justa: té, pan, mantequilla y monos en la tele. Sus catorce pulgadas aseguran que mañana los charcos sigan allá afuera, y que los niños

pobres

sigan siendo felices. 

martes, 16 de diciembre de 2014

Joder.

Señores pasajeros, mi intención es molestar.
No he venido a regalar ni a mejorar su malograda vida.
Tampoco crea que esto es agua bendecida.
Les traigo en cambio, agua sucia.
Sucia inmunda como las ladillas.

Si usted me escucha un poco no encontrará nada extraordinario.
Encontrará a un hombre deseoso de dinero, mejor dicho, de su dinero. Encontrará a un ser tan carcomido y desvivido como usted. Se podría decir, en cierta medida, que es usted.
Ser rastrero pero sin culpas, ser reseco, pero en dos pies. Ser envidioso y deseoso y vulgar y malagradecido/                                        ser destructor. 
Destructor de sueños, de vida, de anhelos de bondades de hermandades.
Lastre que se deja someter.
¿Pero qué culpa tiene usted? ¿Qué culpa tiene el cuchillo?


Qué pretendo se preguntará usted.

Basta con que se vuelva a esta pregunta, para encontrar lo que tiene en el alma y no puede ver.



lunes, 27 de octubre de 2014

Rojo

Ten piedad creador de pecados,
  apiádate de mis víceras, de este ardor,
  dame fuerzas para enfrentar la culpa y dame veneno para enfrentar al placer.

Su existencia. Hormonas furiosas.
Su vivir, un total sin cuidado.
No me des palabras, solo escucha y muévete con ritmo, bien despacio, sin apuros, en incremento, en vaivén, con más fuerza y desnúdate.
No me des cariño, ni yo te lo daré, será lo único que no tendrás. De mi cuerpo entumecido, de mi alma pervertida, de mi mente carcomida. 

Por las culpas.
 Por las ganas.


Apiádate creador de mentiras. Apiádate de las mías. 

Basta ya de amantes, deja ser un ser sintiendo, gozante.
Basta ya de rodeos, baja el bajo instinto viajando en tu carne.

martes, 26 de agosto de 2014

Lo peor que puede ocurrirle a un hombre, es nacer normal.
Nacer sin habilidades excepcionales, sin talentos magistrales.
Ser un tipo sin sueños, sin dinero y sin belleza, y más que esto sin conciencia.
Sin conciencia de su ser, de su entorno y de su rumbo.
Porque no es más que la vaca faenada en su plato, más que su ancestro cavernario.
Aun así, peor que esto es ser un hombre normal, y expresarlo.

viernes, 1 de agosto de 2014

Tira y afloja elástico de orgullo,
se corta y se remienda como la confianza, como el perdón.
Tira y afloja tu cuerpo con el mio,
como mi voluntad mal parida.
Bebe y vomita mentiras bienvenidas,
sin sentido en nuestro espacio,
por culpa de la razón olvidada hasta la pudredumbre.
Vomitan tus ojos, tanta sangre como tu boca, vomitan como tus reproches,
hasta vaciar las tripas, así como las venas, así como mi esencia.
Bebe tus decisiones, hasta el fondo junto con tus culpas, 
con todos tus errores, con mis momentos.
Te verán mis gusanos algún día,
y el tira y afloja de mis locuras,
de las desdichas del mundo hechas olvido.
Leer lento por favor,
porque lento fue pensado y escrito,
como el olvido, como la enfermedad.

Sin apresurarse por favor,
porque fue saboreado, 
su gusto pálido, lentamente digerido.

No seguir por favor,
porque está lleno de humo, 
tóxico hasta el filtro.

No leer por favor,
porque esto está lleno de penas,
de esas que no se saben expresar.

lunes, 30 de junio de 2014

Visitante

Mientras trataba de plasmar mis ideas en una ventana muy de confianza (y bastante cómplice), escuché unos ruidos cerca de la cocina, lo identifiqué de inmediato, era yo.
 Supe que así era porque no era la primera vez que ocurría, siempre dejando estragos y siempre muy entrada la noche, que a la mañana siguiente, evidentemente, me delataba. Ya mis amigos lo habían notado y me decían- ¿qué hacías en la noche?  dejando todo un caos y la cocina hecho un asco-,  a lo que yo respondía con una sonrisa estúpida sin nada más que agregar. Seguramente era yo, pero no lo sabía o recordaba.
 Esta vez la cosa fue distinta ya que quién me sorprendió era yo mismo. Me escuché, me levanté silenciosamente y de golpe abrí la puerta a la vez que encendía la luz. Me descubrí a mi mismo intentando llegar a la cocina y hacerme con algo que comer, algo en la basura quizás. Me vi tan sorprendido y acorralado que sólo intenté huir, corrí rápido y muy poco torpe hacia el baño, me seguí, claramente debía espantarme, y salí por la ventana que algunas veces quedaba abierta. ¿Qué hacía ahora? tratar de dejarme fuera, tratar de dejar de ser molestia, eso pensé. Cerré la ventana pequeña, ya que como es sabido, no tengo pulgares capaces de abrirla por fuera, sin embargo la duda de si soy capaz de abrirla se mantiene (porque va siendo raro que esto se repita tan seguidamente), y con esto el miedo a descubrirme nuevamente vagando y merodeando por la noche, el miedo a encontrarme cara a cara y no saber como comunicarme conmigo mismo, ni saber quién realmente soy.

jueves, 1 de mayo de 2014

Pobre y feliz huevón.

   Claramente existe un Dios, obviamente el mío, personal, inestable, caótico, colérico, bellamente quisquilloso y malvadamente salvaje.
   Un Dios del silencio inexistente en el espacio, tranquilo, semejante al frío estacional de los apartados hemisferios. Toda la sinceridad contenida en él y todo el misterio y la trémula maraña de sus conjeturas arcaicas situadas en su ocultismo. 
   
   Egoísta.
   Propio y atestado de vicios, de sudor, de eso pudoroso y sínico.
   Lleno de deseos de espacios sin rellenar.
   Imperfecto hasta su esencia, de química inestable, de ácaros mundanos.

   Pero Dios nos da la vida.
Mientras exhale y escupa, mientras sea capaz de toser y botar sangre, mientras nos llene el vaso de licor, de vino malo, de cigarros traficados.

  Claramente no existe un Dios, evidentemente el mio no, idealizado, sublimado, tierno y tranquilizador.
 ¡¿Puede entonces vencer las dudas de los pensadores?!
 !¿Puede quizás afinar los himnos más profanos?!
  Dios mio, nunca padre, nunca hijo, nunca salvador y siempre ausente. Puedes pudrirte en mis contradicciones pues para eso estás tú... 




 Tú, para darle alegría y  torturas a un pobre y triste huevón.